Chris Brown, demandado por un guardia de seguridad de uno de sus últimos 'shows'

El rapero acusado de violación y malos tratos, Chris Brown, en los Grammy 2020.
El rapero acusado de violación y malos tratos, Chris Brown, en los Grammy 2020.
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El rapero acusado de violación y malos tratos, Chris Brown, en los Grammy 2020.

Si de verdad una demanda por violación o malos tratos es capaz de arruinar la carrera de un hombre, Chris Brown debería pertenecer ya al olvido. Sin embargo, el rapero de 35 años sigue subiéndose a los escenarios y realizando conciertos... que le suponen nuevas demandas, y que se unen a las últimas, a finales de 2023: por darle una paliza a un productor musical y por un préstamo para comprar dos restaurantes de la cadena de comida rápida Popeyes.

El fin de semana pasado, Brown y uno de sus amigos de la industria, el también músico Yella Beezy, ofrecieron un concierto en el Dickies Arena en Fort Worth, una ciudad al oeste de Dallas, en el estado de Texas. Y allí, según ha podido saber el portal de noticias TMZ, estaba Frederick R. Overpeck trabajando como guardia de seguridad.

Lo curioso es que la nueva demanda de Overpeck, de 58 años y que se define como un padre de niños que tiene dos trabajos para mantenerlos, le está reclamando 15 millones de dólares —alrededor de 13,8 millones de euros— en daños y perjuicios al dúo de raperos.

Y ello porque todo proviene de una pelea que tuvo lugar en el mismo concierto y que le ha ocasionado a Brown otra demanda, en este caso de cuatro hombres que afirmaron haber sido invitados a vivir la experiencia VIP con Chris Brown después de su show.

Estos cuatro hombres han alegado que comenzó una pelea muy violenta cuando el equipo de Brown aseguró reconocerles como antiguos rivales del artista y, curiosamente, la nueva demanda de Overpeck respalda la versión de los hechos que dieron entonces dichos cuatro demandantes.

Según esta versión, Chris Brown ordenó a su staff  "que los jodieran vivos", describiendo Overpeck lo sucedido como "el patio de una cárcel durante un motín". Ha asegurado el guardia de seguridad en su demanda que fue testigo de cómo un guardaespaldas de Brown, "de unas 300 libras" —unos 140 kilos aproximadamente—, aplastó a uno de los jóvenes como si fuera un insecto, explican desde el medio.

Overpeck ha matizado que, cuando intentó intervenir, recibió multitud de golpes y patadas por parte del equipo de Yella Breezy y que incluso llegaron a asfixiarlo poniéndole una pierna en el cuello, dejándole con vértebras fracturadas y la cadera gravemente herida.

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